Yugo Desigual ¡Ya estoy casada! ¿Qué hago?
Hola, Dios te bendiga, me alegro volverte a saludar, hoy quiero hablarte de un tema que estoy segura le está pasando a muchas damas y que es importante hablar.
Por experiencia y bajo el pleno conocimiento de lo que la biblia nos enseña a través de este tema quiero compartirte el siguiente devocional que estoy segura te será de bendición.
Es muy probable que ahora mismo te encuentras en una encrucijada, casada con alguien que no comparte tu fe. Incluso podría decirte que siento el peso de tu corazón y tus preocupaciones, pero recuerda, estás rodeada por el amor y la gracia de nuestro Señor.
En momentos como este, es esencial buscar fortaleza en Su Palabra y encontrar consuelo en Su presencia.
En tu devocional diario, te invito a reflexionar en la historia de Rahab, una mujer que encontró la redención a pesar de sus circunstancias desafiantes. Como ella, tú también puedes ser una luz en la vida de tu pareja, mostrando el amor de Cristo a través de tus acciones y palabras.
En tu caminar con Dios, recuerda estos tres consejos
Persevera en la Oración: La oración es una herramienta poderosa que te conecta con el corazón de Dios. Dedica tiempo diario para hablar con Él sobre tu matrimonio, pidiendo sabiduría, paciencia y amor para ti y tu esposo.
Sé Firme en tu Fe: Aunque tu pareja no comparta tu fe, mantén firme tu compromiso con Cristo. Vive tu vida según los principios bíblicos y deja que tu ejemplo hable por sí mismo. Tu fidelidad puede ser un testimonio poderoso del amor de Dios.
Cultiva el Amor y la Comprensión: Busca oportunidades para mostrar amor y comprensión hacia tu pareja, incluso en medio de las diferencias. Escucha con empatía, busca puntos en común y busca formas de fortalecer tu relación basada en el respeto y el amor mutuo.
Que el Señor te guíe y te fortalezca en este viaje. Recuerda que no estás sola, Él está contigo en cada paso del camino.
En amor y oración, tu amiga Janett González.
¿No puedes superar la Adicción a la Pornografía? ¡Tenemos que hablar!
Resulta revelador ver detenidamente la investigación llevada a cabo por el Instituto de Investigación Barna, encuestó a una muestra representativa de cristianos practicantes y encontró que aproximadamente el 68% de los hombres cristianos y el 30% de las mujeres cristianas admitieron ver pornografía regularmente.
Estas cifras desafían la noción de que la fe religiosa garantiza la abstinencia de la pornografía, destacando la complejidad de los desafíos modernos en torno a la sexualidad y la fe.
Las causas de esta adicción son diversas, pero los expertos sugieren que factores como la accesibilidad a través de internet, la soledad y el estrés pueden contribuir significativamente.
Además, la naturaleza estigmatizada de la discusión sobre la sexualidad dentro de algunas comunidades religiosas puede dificultar que los individuos busquen ayuda.
Para analizar y reflexionar
Siendo sinceros, estos hallazgos tienen implicaciones importantes para la consejería pastoral y la educación sexual que se debería dar de manera constante en nuestras iglesias.
Ignorar este problema podría llevar a un aumento en la alienación y la vergüenza entre aquellos que luchan con la adicción a la pornografía. En cambio, se necesita un enfoque compasivo y basado en la evidencia que aborde tanto las dimensiones espirituales como psicológicas de este desafío.
¿Qué podemos hacer?
Enseñar y promover la pureza sexual: La iglesia puede impartir enseñanzas sólidas sobre la pureza sexual, recordando a los miembros la importancia de mantener sus pensamientos y acciones alineados con los principios bíblicos.
Esto puede incluir estudios bíblicos que aborden temas como la santificación del cuerpo (1 Tesalonicenses 4:3-5) y la importancia de guardar el corazón (Proverbios 4:23).
El acompañamiento pastoral: La iglesia puede establecer sistemas de rendición de cuentas donde los miembros se animen mutuamente a vivir una vida cristiana íntegra y a buscar ayuda cuando sea necesario (Santiago 5:16).
Los líderes pastorales pueden ofrecer orientación y apoyo pastoral a aquellos que luchan con la adicción a la pornografía, recordándoles que no están solos en su camino hacia la sanidad (Gálatas 6:1-2).
Fomentar un ambiente de gracia y perdón: La iglesia puede cultivar un ambiente donde los miembros se sientan seguros para confesar sus luchas y recibir el perdón de Dios y de la comunidad (1 Juan 1:9).
Promover una cultura de gracia y comprensión puede alentar a aquellos que luchan con la adicción a la pornografía a buscar ayuda sin temor al rechazo o al juicio (Romanos 15:7).
Al aplicar estos principios bíblicos, la iglesia puede desempeñar un papel significativo en la prevención y la recuperación de la adicción a la pornografía entre sus miembros. ¡Dios te bendiga!
¡No estás solo! Jesús, tu fiel amigo te espera
En los momentos de desesperación y desaliento, es fácil sentir que hemos alcanzado un punto sin retorno. Sin embargo, en medio de nuestras luchas y fracasos, hay una fuente inagotable de esperanza y amor: Jesucristo.
A través de su perdón y su amor incondicional podemos encontrar la fuerza para seguir adelante, sin importar cuán oscuro parezca el camino.
El Perdón de Jesucristo
Cuando nos sentimos abrumados por la carga de nuestros errores y pecados, es fácil creer que somos indignos del perdón.
Pero cuando eso suceda recuerda lo que dice 1 Juan 1:9: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”.
No cabe duda que Jesucristo nos ofrece perdón y restauración sin importar cuán grandes sean nuestras fallas. Su gracia es suficiente para cubrir todas nuestras faltas y darnos una nueva oportunidad.
El Amor Incondicional de Jesucristo
En los momentos de dolor y soledad, es fácil cuestionar nuestro valor y nuestra valía ¿Te ha pasado? A mí sí. Sin embargo, la verdad es que Jesucristo nos ama incondicionalmente, sin importar nuestras imperfecciones o nuestras fallas.
Su amor es más profundo que cualquier error que hayamos cometido y más fuerte que cualquier dolor que hayamos enfrentado.
¡No pierdas la batalla ante la aparente soledad!
Es en momentos donde sentimos que la soledad y la desesperación que creemos que todo está perdido, pero si me permites, hoy te quiero dejar tres consejos que podría ayudarte en gran manera:
Confía en el poder del perdón: Reconoce tus errores y fallas, pero no permitas que te definan. En lugar de ello, confía en el poder transformador del perdón de Jesucristo para limpiarte y renovarte. ¡Él siempre estará dispuesto a perdonarte!
Abraza el amor incondicional: Recuerda que eres amado más allá de toda medida por el mismo Dios que creó los cielos y la tierra. Permite que este amor te llene y te fortalezca en los momentos de debilidad y duda.
¡Tu futuro es prometedor si Jesucristo va de tu lado! Aunque el camino pueda ser difícil y lleno de desafíos, mantén la fe en el futuro que Dios tiene preparado para ti. Confía en que su plan es perfecto y que él te guiará paso a paso hacia la plenitud de vida que él desea para ti.
En medio de las tormentas de la vida, nunca te des por vencido. Jesucristo te perdona y te ama más de lo que puedas imaginar. Permite que su perdón y su amor sean tu fuente de esperanza y fortaleza mientras continúas tu viaje en esta vida.